sábado, 28 de junio de 2014

Lírica griega arcaica: géneros, especies, representantes

Hola a todos:

Aquí publico lo prometido: una síntesis introductoria a la lírica griega arcaica. Este tema se complementa con "Métrica y ritmo en la poesía grecolatina", artículo que pueden leer en este blog haciendo click en la entrada "métrica" en el índice de la derecha. También pueden enriquecer y completar el tema con el artículo titulado "Los juegos", pero este último no entra en el parcial.

Lírica griega arcaica: introducción

Desde una perspectiva tradicional (y que ya casi se podría calificar de perimida[1]) en literatura se considera la existencia de tres grandes géneros: narrativa, lírica y dramática. Dentro de cada uno de esos géneros, a su vez, existen especies literarias, esto es, composiciones cuya naturaleza las inscribe en el género mayor, pero que por diferencia de forma, extensión, contenido, etc., se clasifican dentro de distintos grupos. Así, por ejemplo, en literatura española, la copla y el romance pertenecen al género lírico, pero son dos especies muy distintas porque tienen diferente métrica, rima, estructura y extensión.

Por otro lado, cuando hablo de subgéneros me refiero a una clase intermedia entre el género (clasificación general y amplia) y la especie.

En lírica griega arcaica se suelen considerar cuatro grandes subgéneros[2]: la elegía, el yambo, la lírica monódica o personal y la lírica coral. Vamos a definir cada uno de estos:

Lírica personal o monódica: la palabra monódica proviene del griego y quiere decir “el canto de uno solo” (monos: “uno solo” y odé: “canto”). “Personal” y “monódica” son, pues, sinónimos. La lírica personal es aquella que compone un poeta para ser cantada en forma individual –expresa también sentimientos o experiencias personales, íntimas, en un tono suave y delicado, lejos de la agresividad característica del yambo–  con el acompañamiento de un instrumento que es, en general, la lira. De ella toma precisamente su nombre el género lírico. La lira era un instrumento de cuerdas que se tañía con ambas manos. Se interpretaba ante un público reducido en ocasiones como banquetes o simposion. La métrica es variada, cada poeta crea su verso y estrofa. Safo, por ejemplo, crea un verso y una estrofa llamados sáficos; Alceo, la estrofa alcaica. Los dialectos en que se compone son principalmente el eolio –en el que se expresaron estos dos poetas– y el jónico –empleado por Anacreonte–.

Lírica yámbica o Yambo: la estructura se basa en el pie del mismo nombre: el yambo, compuesto por una sílaba breve y una larga. El yambo posee un ritmo dinámico, casi podría decirse violento, en consonancia con los temas que trata, pues principalmente se aboca a la invectiva personal, la burla sexual, la crítica de vicios y costumbres. Es decir, tiene un tono satírico y agresivo. El dialecto es un jónico coloquial, casi despojado de adornos.
El principal representante de este género fue Arquíloco de Paros (primera mitad del siglo VI a.C.). Algunos sostienen que él inventó ese pie métrico. Se cuenta que Arquíloco amaba a una muchacha llamada Neobulé, con quien estaba comprometido. El padre de la joven, Licambes, viendo en otro hombre un mejor partido para su hija, no dudó en romper el compromiso para arreglar un matrimonio más conveniente. Arquíloco reaccionó componiendo yambos terribles contra la familia –conservados en el llamado Papiro de Colonia–. En sus composiciones el poeta acusa a su ex prometida de no tener moral, y relata detalladamente un encuentro sexual con su hermana menor. Según la leyenda, Licambes y sus hijas, avergonzados por esos versos, se suicidaron.
Otro poeta yámbico fue Simónides (siglo VII a.C.), menos mordaz y personal en sus ataques. Es célebre una composición suya en que ataca a las mujeres, comparándolas con distintas especies animales, como poseedoras de los peores vicios característicos de cada una de esas especies.

Lírica elegíaca o Elegía: Elegía significa, etimológicamente, “lamento”. Hoy en día llamamos elegía a una composición fúnebre, o dicho en otros términos, a un poema que lamenta la muerte de alguien o la pérdida de algo muy amado. En la literatura griega y luego en la latina, en cambio, este género no se definía por su contenido temático sino más bien por su estructura formal, ya que se denominaba así a todo poema compuesto en dísticos elegíacos –esto es, una estrofa compuesta por dos versos: un hexámetro y un pentámetro–. En la Grecia arcaica la elegía admitía variadas temáticas y posteriormente, en Roma, fue principalmente amorosa. En los siglos VII y VI a.C. se dieron en Grecia las siguientes especies elegíacas:
  • Elegía guerrera: sus representantes más destacados fueron Calino y Tirteo, este último creador de la embateria o canto de combate.
  • Elegía política: Solón –el famoso legislador griego– es el nombre destacado en esta especie. Se cuenta que luego de la pérdida de la isla de Salamina, se prohibió por ley –y bajo pena de muerte– hacer mención a este hecho. Solón se presentó en el ágora mal vestido y desgreñado y fingiéndose loco declamó una elegía en la que exhortaba a los atenienses a recuperar la isla. A tal punto enardeció los ánimos que logró que los atenienses se armaran y reconquistaran Salamina.
  • Elegía sentimental: Mimnermo es el más destacado cultivador de esta especie.
  • Elegía moral: esta especie tiene a Teognis como su más célebre representante.
  • Elegía sentenciosa: Focílides puso en dísticos elegíacos sentencias y proverbios que expresaban condensadamente la sabiduría popular.

Lírica coral: es compuesta por un poeta para ser interpretada luego por un coro. Difiere de la lírica personal por expresar más bien sentimientos comunes a un grupo o comunidad. La lírica coral celebra acontecimientos de carácter social o religioso; es compuesta para ser cantada en esos eventos.
Los cantos de la lírica coral se clasifican en:
  • Religiosos:
    • Peán: en honor de Apolo
    • Prosodion: canto de procesión
    • Parteneo: dedicado a Atenea
    • Hiporquemo: a Apolo o Artemisa
    • Ditirambo: en honor de Dionisos
    • Himnos: a diversos dioses
  • Profanos:
    • Himeneo: canto de boda
    • Treno y nenia: cantos fúnebres
    • Epinicio: para el vencedor de los juegos
    • Encomio: elogio del huésped de un banquete a su anfitrión
    • Himno: cantos en honor de los héroes

Muchos de los cantos de la lírica coral nacen como composiciones anónimas y colectivas, y luego son practicadas por poetas que las elevan a una categoría artística. Tal es el caso, por ejemplo, del ditirambo, que existía como canción que celebraba a Dionisos, dios del vino, y se cantaba en celebraciones religiosas en honor a él. El poeta Arión empezó a componer ditirambos y les dio una métrica y estructura fija, los embelleció con expresiones más trabajadas, etc.
Hay que señalar también que a la belleza del canto colectivo se añadía la estética corporal, ya que los coros griegos no se limitaban a cantar sino que también danzaban al compás de la música. De hecho, la palabra griega coro significa “danza”.
Shökel señala los siguientes representantes:
  • Iniciadores de la poesía coral:
    • Taletas
    • Almanio o Alcman
    • Arión
  • Perfeccionadores:
    • Estesícoro
    • Íbico
    • Simónides
    • Baquílides
  • En la cumbre del género:
    • Píndaro






[1] La novela, por ejemplo, si bien nació como una “especie” del género narrativo, ha cobrado tanta importancia, presenta tanta variedad de formas, trata tantas temáticas, que ya ha pasado a constituir un género.
[2] Aquí hay básicamente dos posturas: algunos teóricos consideran cuatro grandes subgéneros (elegía, yambo, lírica monódica y lírica coral) y otros contemplan únicamente dos: la lírica monódica y la coral, y dentro de la primera incluyen la mélica (que es la que presento aquí como “monódica” propiamente dicha), la yámbica y la elegíaca. 

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